
La primera vez que vi una foto de Pamukkale no podía creer que ese lugar existiera en nuestro mundo. Inmediatamente me puse a investigar sobre ese destino casi irreal.
Hablemos de Pamukkale:
★ Pamukkale significa «castillo de algodón» en turco, en obvia referencia al inusual paisaje blanco, que parece salido de una película de ciencia ficción.
★ Miles de años atrás, movimientos tectónicos causaron terremotos, los terremotos originaron fallas en el terreno, por dónde emanaron las aguas termales.
★ Las aguas termales, ricas en minerales, principalmente en creta (roca orgánica, blanca, porosa y blanda que se usa para la tiza) y bicarbonato de calcio, se precipitaron por el terreno y, con el correr de los siglos, fueron tallando las formaciones de piedra caliza y travertino, creando los extraños piletones escalonados y su apariencia de «terrazas nevadas».
★ La mano del hombre destruyó (como siempre) la experta creación de la naturaleza: hoteles que usaban las aguas termales para sus piscinas, rutas de asfalto con autos que generaban contaminación, desechos vertidos en el ambiente y otras desgracias similares.
★ En 1988, la UNESCO intervino para proteger Pamukkale, que estaba a punto de desaparecer. Derribaron los hoteles, se tapó la ruta y comenzó la tarea de recuperación de este lugar único en el mundo. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad junto con Hierápolis.
★ Pamukkale está en medio de la nada, literal. Para llegar desde Estambul (600 km de distancia) lo mejor es en avión (1 hora de vuelo) o en bus desde algún punto cercano. La visita amerita un par de horas, no mucho más. La ciudad, no merece demasiada dedicación.
★ Las aguas suelen estar a unos 35 grados. Se puede pisar el travertino sin miedo, no te resbalas para nada. TIP ➜ ver la puesta de sol reflejada en el agua es un espectáculo descomunal.

¿Vale la pena ir a pamukkale?
La respuesta depende de un factor crucial: el tiempo. Si tu viaje por Turquía no es una pasada rápida, mi opinión es SI!
Pero es fundamental coordinar bien la logística, porque NO es un lugar de fácil acceso. Más allá de que es una experiencia única, la realidad no es tal cual se luce en la foto… Los piletones a veces están vacios y suele estar repleto de gente, lo que disfraza el encanto natural del lugar. Lo mejor es ir bien temprano para evitar las multitudes, y sobre todo en verano para escapar del calor intenso.

Dueña de ese espectacular paisaje surrealista, formado por sus aguas termales color turquesa, Pamukkale es, desde hace siglos, una atracción irresistible para los hombres.
Y allí, en la cima de la montaña, se construyó Hierápolis.
Erigida originalmente en el 180 a.C por el rey de Pérgamo y destruída por un terremoto en el año 17 d.C. Fue reconstruida y durante los siglos II y III se convirtió en una típica ciudad romana, famosa en la época del Imperio como descanso veraniego para los nobles, adeptos entusiastas a las aguas termales. Fue completamente destruida por un terremoto en 1354.
¿Qué ver en Hierapolis?
★ Las 3 puertas de la ciudad: la norte, de origen bizantino; la sur, de la era romana, y la Puerta de Domiciano, construida en los años 82/83 durante el imperio del emperador romano.

★ Templo de Apolo: construido en el siglo III d.C. Se creía que Apolo era el fundador divino de la ciudad.
★ Plutonio: junto al Templo de Apolo hay una grieta, de la salían gases venenosos. Se creía que era la entrada el Inframundo.
★ Fuente monumental (Nympheum): construida en el siglo IV
★ Baños romanos: actualmente hay un museo. Fueron construidos en el siglo II. Las diferentes secciones estaban cubiertas y conectadas entre sí. Todas fueron edificadas con grandes bloques de piedra sin argamasa.
★ Tumba San Felipe: se cree que la tumba pertenece al apóstol, que fue martirizado en ese lugar.
★ Teatro: el imponente protagonista de Hierápolis, se mantiene en buen estado de conservación. Se construyó en el siglo II y tiene 3 secciones: Cávea, Scena, y Orchestra. Es interesante ver los asientos VIP con respaldos altos y pies de león, reservados a las personalidades importantes. Tenía capacidad para unos 15 y 20 mil espectadores y tiene una acústica extraordinaria.
