Tres ciudades que exhiben el esplendor de una época dorada.
Qué ver en Ragusa
El 11 de enero de 1693 un brutal terremoto asoló la parte oriental de Sicilia. Muchas ciudades fueron devastadas. Una de ellas fue Ragusa. Murieron 5.000 personas, la mitad de la población de aquella época.
Después de la catástrofe, la ciudad fue reconstruida en la parte superior de la colina, bautizada como Ragusa Superiore, donde se instaló gran parte de la población. Pero las familias mas tradicionales y aristocráticas no quisieron abandonar sus hogares y se quedaron en la zona vieja, en Ragusa Ibla, una maraña de callejones de piedra salpicado de palacetes y casas medievales.
El resultado es una ciudad partida en dos, invadida de pendientes, escaleras, bajadas y subidas. Una postal única, pintada con el inconfundible y encantador caos siciliano.

★ Catedral de San Giorgio: construida en el siglo XVIII, en el tiempo recórd de 4 meses. Tiene una particular fachada convexa y su cúpula inmensa. Entrada €3.
★ Chiesa di Santa Maria delle Scale: ubicada en la parte nueva de la ciudad, regala una vista tremenda de Ragusa Ibla.
★ Giardino Ibleo: uno de los lugares más lindos, ideal para hacer un picnic y disfrutar al aire libre.
★ Hay varias otras iglesias y plazas para conocer, pero lo mejor que podes hacer en Ragusa es perderte por el barullo incomprensible de sus calles, admirar las puertas, fachadas, ventanas, frisos y balcones (algunos sostenidos por ángeles y demonios) y admirar esa sobredosis inigualable del barroco italiano en todo su esplendor.
★ Ragusa fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2002.

Qué ver en Noto
Llegamos a Noto con el calor del mediodía castigando nuestras cabezas. La luminosa fuerza del despiadado sol de verano multiplicaba su resplandor sobre las fachadas de los edificios color miel. Paseamos durante unas horas por esta fastuosa ciudad barroca, encandilados por el cálido torrente dorado.
Esta ciudad nacida del capricho humano asombra con el tamaño de sus espléndidos edificios. Plazas, escalinatas majestuosas, iglesias, palacios, casonas. Un tumulto armónico bañado por sus colores únicos.

★ La antigua Noto quedó reducida a escombros por el terremoto de 1693. La Noto actual se construyó a unos 12 km del lugar donde estaba la ciudad medieval original, fundada por los sículos en el siglo IX a.C.
★ Junto con Ragusa y Módica, Noto forma parte del llamado triángulo barroco siciliano, que se caracteriza por ser más recargado y sofisticado que el barroco. Curvas y florituras, balcones, grandes escalinatas, máscaras sonrientes y los llamativos puttis, figuras de niños alados, habitualmente desnudos.
★ Porta Reale: se construyó en el siglo XIX por la visita de Fernando II de Borbón. Es la entrada principal a la ciudad y el acceso a la calle más importante: Corso Vittorio Emanuele, llena de comercios, bares y tiendas.
★ Infiorata: todos los años en el mes de mayo, se realiza uno de los eventos más populares de Sicilia. La Infiorata es una tradición muy popular en Italia y se realiza en muchas ciudades pero la de Noto es la más famosa. Las calles se cubren de pétalos de flores con diseños únicos, cada año la temática es diferente.

Qué ver en Módica
Módica nos abrazó con la calidez de su belleza humilde y silenciosa. La elegimos para quedarnos una noche, por una razón muy objetiva y nada poética: era la ciudad con la hotelería más económica de la zona.
Quizás por eso nos sorprendió tanto. Llegamos a esta desconocida ciudad barroca sin expectativas, con el único anhelo de una cama cómoda y un buen aire acondicionado para mitigar el infernal verano siciliano. Nos tropezamos con una ciudad exquisita, pintada con el fulgor dorado del atardecer que acariciaba las fachadas de sus casas alborotadas.

★ Al igual que su vecina Ragusa, se divide en dos partes: la zona alta y la baja. En la parte baja la avenida principal, el Corso Umberto I, apabulla con su despliegue de comercios, tiendas, iglesias, museos y palacios.
★ Catedral de San Jorge: su imponente figura barroca se destaca con majestuosidad en la postal de la ciudad. Se estima que fue construida en 1090 y reconstruida a lo largo de los siglos XVII y XVIII a raíz de los numerosos terremotos que sufrió la ciudad. Es uno de los edificios más emblemáticos del barroco siciliano. Además de las numerosas obras de arte atesoradas dentro del templo, delante del altar mayor, en el suelo de mármol hay un reloj de sol diseñado en 1895.

★ Castillo de los Condes: es uno de los puntos más altos de la ciudad. Fue presidio militar, residencia de los condes y tribunal civil y penal. Fue abandonado por completo en 1870.
★ Módica es famosa en todo el mundo por su chocolate, donde se sigue usando el método de los antiguos aztecas, que no altera las características del cacao. El resultado es un chocolate de negro oscuro con reflejos marrones. Entramos en la fábrica de chocolate más antigua de Sicilia, la Antica Dolceria Bonajuto, fundada en 1880, donde se pueden probar las distintas variedades de chocolate aromatizados con una variedad de sabores, desde café y cítricos hasta anís y pimienta blanca.
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