El barrio más desfachatado de París te envuelve en su festín de colores.
Una incomprensible maraña de calles se deslizan con encanto desprolijo por la colina impregnada de aroma bohemio y colores de carnaval. En la cima, la colosal silueta blanca de la Basílica del Sagrado Corazón contempla ese mundo bullicioso que ruge a sus pies con vivacidad alegre, perfumes desparejos y un concierto alocado de pinceles y cabarets.
Montmartre es una jungla salvaje pintada con la innata elegancia parisina. Un universo de arte y decadencia que atrapa con desfachatez primorosa. Montmartre es, para mí, el barrio más lindo de París.

★ Durante mucho tiempo Montmartre tuvo mala fama. En esta zona se abrieron muchos cabarets y burdeles, el más famoso es el Moulin Rouge, inaugurado a fines del siglo XIX, inmortalizado por Tolouse-Lautrec, pintor francés. Artistas como Monet, Dalí, Picasso, van Gogh y otros, se trasladaron a este barrio inspirados por su ambiente particular. Desde entonces Montmartre se convirtió en el barrio bohemio por excelencia.
★ El corazón del barrio es la Place du Tertre, una pequeña plaza repleta de artistas que venden sus pinturas en la calle y hacen retratos o caricaturas a los turistas.
★ La película Amelie se filmó en Montmartre, causando un revuelo de proporciones enormes. Desde entonces muchos turistas visitan los lugares de filmación, incluso hay algunos tours dedicados a recorrerlos.
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★ Tiempo atrás en Montmartre llegó a haber quince molinos, de los cuales solo quedan dos. Servían para moler trigo, maíz, uvas e incluso piedra o yeso. Con los años perdieron importancia y desaparecieron. Le Radet y Le Blute-Fin son los únicos sobrevivientes y ambos forman el Moulin de la Galette, donde hoy funciona un exclusivo restaurant.

★ Otra curiosidad son sus viñedos, los únicos y últimos viñedos de París, de la época en que Montmartre era una población independiente, a las afueras de la capital. Se ofrecen visitas guiadas privadas, aunque se pueden ver desde la calle.
